Publicado originalmente en inglés (aquí) el 23 de julio de 2020. Traducido al español por Meyling Largaespada.
“El pequeño y sucio secreto es que algunas disciplinas no necesitan ser descolonizadas, solo necesitan dejar de funcionar completamente”
“Te estamos mirando, Egiptología…”
Recientemente, vi estos mensajes publicados en Twitter.
Yo me hago llamar “egiptólogo”, solo miren el cartel de mi sitio web y la pequeña descripción en la parte superior de todas mis cuentas en redes sociales, etc. Vivo de esta disciplina y lo he estado haciendo durante gran parte de veinte años. Así que, tengo un interés personal en que la materia no deje de funcionar completamente. Sin embargo, reconozco que estos tuits son una respuesta a cómo la egiptología es, innegablemente, problemática. Hacer que deje de funcionar por completo puede sonar drástico, pero este puede ser, exactamente, el tipo de mensaje que se necesita si queremos darnos cuenta de cómo es problemática y así, tratar de cambiar las cosas para mejorar.
Es importante mencionar que, además de lo que hago ahora – escribir, dar conferencias, trabajar con los medios – del 2001 al 2016 trabajé para The Egypt Exploration Society, una sociedad británica fundada en 1882, el año en que Gran Bretaña bombardeó Egipto para sofocar una revuelta y proteger sus propios intereses económicos, así como otros intereses, tomando el control efectivo del país en el proceso. La organización es responsable de la excavación de miles de artefactos antiguos, muchos de los cuales fueron, posteriormente, sacados de Egipto y distribuidos en museos en todo el mundo a cambio de apoyo económico para continuar sus trabajos . Es una parte muy importante del establecimiento de la egiptología a nivel internacional. Entonces, por esta razón en particular, podrían pensar que, en lo que respecta al debate sobre la descolonización de la egiptología, yo sería una especie de dinosaurio, con puntos de vista opuestos a los progresistas. Sin embargo, espero que ese no sea el caso – aunque sea lo que los intransigentes piensan, e incluso si lo que se muestra a continuación haga parecer que todavía no lo entiendo. Aunque tengo un interés personal en la egiptología, está claro que existe un problema que se debe enfrentar – en la egiptología, como en el críquet, otra cosa en la que soy muy parcial, pero puedo ver que es problemático por razones similares, y con el cual no tengo intereses personales (“No puedes entender la historia del críquet sin entender la historia del imperio. No puedes apreciar las rivalidades entre estos, y otros equipos, sin apreciar la relación entre nuestros países, lo que se ha dado y lo que se ha tomado”, como recientemente leí aquí).
Cuando vi los tuits mencionados anteriormente, me pregunté si existe una explicación comprensible y concisa del por qué (algunos dirán) la egiptología debe dejar de funcionar. Y empecé a improvisar algunas notas sobre por qué esto podría suceder. Posteriormente, vi que se sugirió que la introducción del Dr. William Carruthers (autor del segundo tuit y con quien, dicho sea de paso, tengo una relación de amistad de años) al volumen de Historias de la Egiptología, que también editó, proporciona tal explicación. Y desde que redacté este artículo por primera vez, Will ha publicado más pensamientos precisos en este hilo, siendo de mucha utilidad.
A continuación, expongo mis propios pensamientos. Espero que los más cercanos a la primera línea del debate me perdonen; publico esto con la esperanza de llevarlo a una audiencia más amplia, y aprender más de mí mismo. Los comentarios, críticas, adiciones, etc., son absolutamente bienvenidos en los comentarios de la parte de abajo. ¡Gracias!
“No todo lo que se enfrenta puede cambiarse, pero nada puede cambiarse hasta que se enfrenta”. (“Not everything that is faced can be changed, but nothing can be changed until it is faced.” – James Baldwin)
¿Cómo continuará en el futuro el estudio del pasado antiguo en Egipto?
1. ¿Debe cambiarse el nombre (“Egiptología”)?
2. ¿Debe la egiptología practicarse de diferentes maneras?
3. ¿Debe dejar de funcionar completamente?
Me imagino que, para los autores de los tuits mencionados anteriormente en este artículo, el #1 no sería suficiente y, en cualquier caso, sería muy difícil pensar en otro término que proporcione un sustituto efectivo, al menos uno que pudiera suplantar el término existente rápidamente. Por mucho que el #3 pueda ser una buena idea para algunos, sería demasiado para muchos otros, ¿alguien realmente desearía que el estudio de miles de años de historia dejara de funcionar por completo? Espero que eso parezca, innecesariamente, contraproducente incluso para los de línea dura. Lo que deja la opción #2.
Creo que tanto la #1 con la #2 probablemente necesiten más explicación, pero antes que vayamos a eso, quizás es más importante tratar de explicar…
¿Por qué la egiptología es problemática?
Aquí tenemos la pregunta del millón…
La egiptología es un producto del colonialismo, el proceso por el cual ciertos países, principalmente europeos / “occidentales”, incluyendo Gran Bretaña, explotaron a otros países para obtener ganancias políticas, territoriales y económicas. Estos países, incluyendo Egipto, están ubicados generalmente en África y Asia, muchos de ellos poseen milenarias y vastas historias, y a menudo son muy abundantes en restos arqueológicos.
El colonialismo creó y agravó la desigualdad, para beneficio de los colonialistas y en detrimento de los colonizados. Los países coloniales se hicieron más ricos a costa de los recursos de los países colonizados y mantuvieron el control de esos recursos, materiales e intelectuales, asegurándose de prolongar dicha situación.
Incluso después de que los países colonizados lograran, hasta cierto punto, la independencia política, las ventajas que habían obtenido los colonos les permitieron mantener sus ventajas.
En resultado final es la creación y la exacerbación de las desigualdades e injusticias políticas, sociales y económicas alrededor del mundo, las cuales siguen existiendo en diferentes formas. El movimiento Black Lives Matter, por ejemplo, es una respuesta a problemas que tienen sus raíces en el colonialismo. Como en el caso de la egiptología.
Conocimiento. La egiptología, definida como la adquisición de conocimientos sobre el pasado antiguo de Egipto (ver abajo para ampliar la definición), fue formalizada por las naciones colonialistas. Esta disciplina ha difundido y promovido el conocimiento del antiguo Egipto al público occidental, pero se desarrolló de una manera que aseguraba que siempre sería inaccesible en gran medida para las personas de Egipto y otros países por fuera del occidente.
Exclusividad académica. La egiptología es una búsqueda académica que encuentra su principal expresión en la forma escrita, principalmente, hasta hoy, en tres idiomas europeos: inglés, francés y alemán. La enseñanza necesaria en estos idiomas está mucho más accesible fuera de Egipto. Los académicos egipcios que deseen tener éxito en el estudio del pasado antiguo de su propio país deben aprender los idiomas europeos, no al contrario. Incluso para aquellos estudiantes quienes han aprendido estos idiomas, el acceso a la literatura necesaria no es fácil: las bibliotecas en Egipto no son necesariamente accesibles para todos y, muchas veces, no están bien surtidas, además los libros son más caros y difíciles de conseguir para los egipcios. Algunos estudios son publicados en otros idiomas incluyendo en árabe, pero siendo realista, cualquier académico que desee que su trabajo gane aceptación en círculos internacionales debe publicar en uno de los tres idiomas dominantes y, preferiblemente, a través de una revista o casa editorial bien posicionada, la mayoría de las cuales están también radicadas en países coloniales.
Restos de material saqueado. La excavación de los restos físicos del pasado de Egipto – los sitios y los monumentos – particularmente en el siglo XIX, fue llevada a cabo por colonialistas ansiosos por extraer lo que podían para exhibirlo en sus propios países. Aunque este proceso se ralentizó gradualmente con el tiempo a partir de la creación de un servicio nacional de antigüedades y la institución de leyes que rigen la extracción de objetos (se detuvo completamente en 1983), miles de objetos salieron del país y nunca regresarán. Todavía más importante, quizás, aquellos que permanecieron en Egipto se mantuvieron en instituciones controladas por colonialistas, ej. por el Servicio de Antigüedades, en la colección del museo nacional. Incluso después de que el Servicio pasara de manos europeas a manos egipcias (1950), todavía funcionaba de acuerdo con las reglas de una disciplina – la egiptología – que se sigue practicando y dirigiendo, primordialmente, fuera de Egipto.
Operando de manera tranquila y segura en el país de otro. Por más de un siglo, la egiptología ha dado a muchos en las naciones colonialistas una razón para interesarse y viajar a Egipto. Los egiptólogos, al compartir lo que han aprendido sobre Egipto, a través de un cuerpo de literatura cada vez mayor, han proporcionado a otros en sus países las destrezas para navegar por el país extranjero y la cultura de Egipto, lo que ha permitido que miles contribuyan, aunque inconscientemente, al proceso de mantener una indebida influencia allí. En otras palabras, las naciones colonialistas pudieron tomar el control de países como Egipto inicialmente, quizás, utilizando la fuerza militar, pero ese control se fortaleció posteriormente de maneras mucho más sutiles. Para finales del siglo XIX, los británicos, de manera colectiva, eran en general más ricos que sus homólogos egipcios, más conocedores de otros países, idiomas y culturas, y eran capaces de disfrutar los beneficios de sus compatriotas al haber establecido instituciones alrededor del mundo que les proporcionaban ayuda y protección permitiéndoles viajar y experimentar otros países de manera segura, cómoda y confiable, proporcionando más oportunidades para su explotación.
Las experiencias de los egiptólogos y los relatos que compartieron, algunos de los cuales, aunque solo sea en los detalles incidentales, podrían haber preparado a otros para estudiar o visitar Egipto, mientras otros fueron mucho más explícitos para prestar asistencia a visitantes potenciales (ver ej. las guías publicadas por John Murray o Baedecker a finales del siglo XIX, o las de John Gardner Wilkinson unas décadas antes) – no hicieron nada para corregir las injusticias del colonialismo, pero todo para permitir que se prolongaran las injusticias que creó.
La familiaridad con países y culturas extranjeras, adquirida a través del interés en la arqueología, etc., muchas veces ha sido utilizada para obtener ventaja en otras formas. Por ejemplo, en la Segunda Guerra Mundial, muchos arqueólogos e historiadores antiguos fueron reclutados por la inteligencia militar debido a sus conocimientos del idioma, las costumbres y la geografía en regiones particulares. De vez en cuando, el trabajo arqueológico ha servido para encubrir el trabajo de reconocimiento militar. Incluso actualmente, las expediciones arqueológicas siguen siendo una parte de los esfuerzos del “poder suave” de antiguos países coloniales que desean mantener la influencia incluso mucho después de que el control político haya sido formalmente entregado. ¿Fue el patrocinio de misiones arqueológicas extranjeras por parte de la Academia Británica en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial un asunto de interés puramente arqueológico, o hubo otros propósitos? Estos son asuntos importantes a los que nosotros, como arqueólogos e historiadores, deberíamos dedicar más tiempo para investigar de forma crítica.
Entonces, regresando a mi pregunta original: ¿cómo continuará en el futuro el estudio del pasado antiguo en Egipto?
1. ¿Debe cambiarse el nombre (Egiptología)?
La palabra “egiptología”, o al menos “egiptólogo” (“Égyptologue” en francés) fue acuñada en el siglo XIX para referirse a alguien que se dedica al estudio de Egipto, pero específicamente al antiguo Egipto. “Egiptólogo” es, de alguna manera, un término difuso que puede ser aplicado a especialistas con una variedad de habilidades; lo que tienen en común es la aplicación de sus habilidades para el estudio del antiguo Egipto, comúnmente definido como las personas y culturas del territorio egipcio desde los tiempos más remotos hasta la conquista árabe, pero generalmente no después. La disciplina es, por consiguiente, un “área de especialización” en consonancia con otras disciplinas que se enfocan en otras culturas antiguas de partes específicas del mundo, y también está limitada por la cronología. Me cuesta pensar en alguna otra disciplina cuyo nombre no implique límites cronológicos cuando la realidad es diferente. “Asiriología” es el estudio de las personas y la cultura de una región en particular, de un periodo particular en la historia, pero el nombre se deriva de la cultura antigua y no guarda ninguna relación directa con ninguna cultura moderna. De manera similar, los especialistas en el pasado antiguo de otros lugares o culturas se conocen como descriptores, lo que aclara que es la cultura antigua la que se está estudiando. La “nubiología” – el estudio de la antigua Nubia – quizás puede ser criticada de la misma manera que la egiptología (y tal vez puede encajar en la categoría de disciplinas que algunos podrían argumentar necesitan dejar de funcionar completamente), pero es un campo mucho más pequeño y menos conocido o celebrado, y su influencia ha sido mucho menos esparcida. La egiptología, en contraste, como escribí recientemente aquí, “ha logrado difundir y promover el conocimiento de este aspecto del pasado de Egipto en todo el mundo, excluyendo a los demás. Esto ha tenido un gran éxito, en la medida en que ahora existe un interés generalizado en el Egipto faraónico, en detrimento de las otras partes del patrimonio del país”.
¿Qué nombres alternativos pueden existir para el estudio especifico del pasado antiguo de Egipto? ¿Quizás “arqueología egipcia”? Tal vez, sería más fácil si no usáramos los mismos nombres para los lugares y sus habitantes (Egipto/egipcios) en todos los periodos de la historia, en contraste con otras culturas antiguas cuyos nombres no son utilizados en tiempos modernos (Asiria, Babilonia, Inca). Quizás, esto en sí mismo es problemático. La palabra “Egipto” viene del griego “Aigyptos” y fue pasada a nosotros a través de los textos griegos antiguos. Probablemente, se deriva del egipcio antiguo “hut-ka-Ptah”, el nombre del templo de Ptah, la institución religiosa más grande dentro de la ciudad capital de Memphis, un nombre que fue utilizado en todo el país. En cualquier caso, no es el nombre usado por las personas del país moderno. El nombre que las personas egipcias modernas usan es “Misr”, que es la forma árabe clásica del antiguo “Mizraim”, el nombre usado en hebreo y arameo, una versión del cual también se usó en épocas anteriores en neobabilónico, asirio y ugarítico. Realmente, no existe un nombre antiguo para el país y su gente que se pueda utilizar para distinguir a los que estudian el antiguo Egipto de los que estudian cualquier otro aspecto del país.
Pero, aquí estamos divagando, nada de esto resolverá el problema.
2. ¿Debe la egiptología practicarse de diferentes maneras?
Estoy seguro de que muchos egiptólogos estarán de acuerdo en que el estudio del pasado en Egipto debe abordarse de manera diferente. Pero, ¿de qué manera los cambios podrían ayudar a abordar el desafío de la descolonización?
¿Un nombre diferente? Ver arriba.
¿Deshacerse de divisiones cronológicas de escasa utilidad (ej. “faraónico”, “copto”, “islámico”)?
Como escribí en mi publicación anterior sobre “Las Preguntas de Identidad Nacional”, “Es cierto que ha existido una división inapropiada / extraña / dañina entre diferentes partes de la historia egipcia, estas divisiones han sido cronológicas, pero también relacionadas a ciertas dinámicas entre los egipcios nativos y la influencia externa: “faraónico” (pagano) = “egipcio”; ptoloméico (graeco) – romano, copto (cristiano), islámico = “algo diferente”.
La dificultad aquí es que hay demasiado por aprender, así que tiene sentido que el estudio del pasado de Egipto se divida en especializaciones y, de manera interesante, si ignoran las divisiones actuales y comienzan de nuevo, sospecho que pueden terminar separando el tema siguiendo las mismas líneas, pues las divisiones no solo son cronológicas; también involucran creencias religiosas, el idioma, la escritura, la iconografía, el arte y la arquitectura – el estudio de cada uno de los cuales requiere una experiencia o habilidades específicas.
No obstante, proporcionar un contexto más moderno para el estudio del antiguo Egipto sería, probablemente, muy útil. Siempre me ha parecido que los temas históricos se explican y entienden mejor en el contexto de la cronología y geografía relevante (y la terminología asociada); quizás, el estudio del pasado de Egipto siempre debería comenzar, al menos, con un resumen de la historia egipcia desde el predinástico hasta la actualidad. Por supuesto, la historia posterior de Egipto permitiría inevitablemente la enseñanza del colonialismo de Gran Bretaña y otros países, y la historia de la disciplina, y por qué es problemática en su estado actual.
¿Devolver los objetos del antiguo Egipto que actualmente están en museos y otras colecciones fuera de Egipto?
Los monumentos permanecen en los museos, la gran mayoría fueron sacados durante la época colonial o décadas posteriores.
Esto, ¿está bien o no? Los pensamientos de los defensores sobre estas cosas pueden incluir lo siguiente:
• Fueron comprados fuera de Egipto hace mucho tiempo y no tiene sentido tratar de revertir lo que ahora es historia.
• Las colecciones más grandes y mejores de objetos egipcios permanecen en Egipto, aquellos que están en el exterior actúan como “embajadores” promocionando las glorias del antiguo Egipto.
• Los museos fuera de Egipto están mejor equipados para cuidar los objetos antiguos que los que se encuentran en Egipto.
El último de estos es, particularmente, ofensivo – es sencillamente incorrecto, además de ser una enorme generalización – solo lo incluí aquí para descartarlo, y este es un punto de vista que uno todavía escucha ocasionalmente.
Aquellos que piensan que es problemático que existan tantos objetos egipcios en museos fuera de Egipto pueden argumentar lo siguiente:
• Los objetos fueron retirados en un periodo en el cual Egipto y el pueblo egipcio no tenían ninguna intervención en el proceso; fueron sacados para el beneficio de aquellos que los tomaban y sus respectivos países, en detrimento de Egipto, cuyos habitantes no tuvieron recursos para prevenir que esto pasara.
• Los objetos simbolizan la dominación de los países en los cuales son expuestos sobre Egipto ; el hecho de que sigan exhibiéndose sugiere que la dominación continua (especialmente cuando no están acompañados de ninguna información explicando las circunstancias de su salida de Egipto ).
• El regreso de tales objetos a Egipto, incluso si es solamente una muestra representativa, sería un poderoso símbolo de aceptación por parte de las naciones colonialistas de los males del colonialismo, y que los problemas que ha causado todavía siguen siendo relevantes en la actualidad, y que se necesitan acciones positivas si la intensión es resolver los problemas.
Dejar de hacer arqueología
Aquellos que han trabajado en el campo en Egipto (me incluyo) sabrán que, curiosamente, es una búsqueda nacionalista incluso hasta hoy. Existen muchos proyectos arqueológicos dirigidos completamente por arqueólogos egipcios, la mayoría bajo el auspicio del Ministerio de Turismo y Antigüedades (MoTA) del gobierno, pero algunos por universidades. Otros proyectos son denominados “misiones extranjeras”. La mayoría son “internacionales” e involucran la participación, por lo menos, del inspector obligatorio de MoTA y, muchas veces, de excavadores egipcios, facilitadores, así como otras personas. Sin embargo, en muchos casos, los equipos se componen, predominantemente, al menos en términos de especialistas, miembros académicamente calificados (arqueólogos, etc.) de participantes de un país en particular, lo que lleva a que el equipo se describa con referencia a ese país en particular – “los británicos”, “los franceses”, “los alemanes”, “los norteamericanos”, y así. Muchos de esos proyectos son patrocinados por y/o ejecutados por ramas del gobierno de esos países, algunos de los cuales tienen importantes bases permanentes en Egipto, cuyo trabajo, en gran parte, es apoyar dichos proyectos. Los “institutos extranjeros” incluyen a los franceses (IFAO), los alemanes (DAIK), los norteamericanos (ARCE), etc. Algunos de estos tienen sus raíces en la época colonial. El financiamiento de estos proyectos, muchas veces, proviene directamente de los gobiernos interesados y, sin duda, se los considera símbolos del prestigio y orgullo nacional, por consiguiente, juegan un papel importante en los esfuerzos del “poder suave” de los países extranjeros interesados, esfuerzos diseñados para asegurar el mantenimiento de la influencia que, aunque disminuida desde la época colonial, sigue existiendo y, por lo tanto, posiblemente, sigue siendo parte del legado problemático que debe abordarse.
Devolver el control de la egiptología a Egipto
El servicio de antigüedades (ahora el MoA) ha estado en poder de los oficiales egipcios desde que la revolución de los años 50 finalmente terminara con la dominación británica del país. Como mencioné anteriormente, la ley de antigüedades ha impedido que ningún objeto salga del país desde 1983. El ministerio ha exigido, durante muchos años, que las expediciones extranjeras incluyan un número cada vez mayor de especialistas egipcios como aprendices y, cada vez más, como miembros del equipo de pleno derecho. Muchas expediciones e instituciones también han proporcionado oportunidades de entrenamiento en Egipto, así como oportunidades para viajar a Europa y otros lugares para estudiar e investigar. Me sentí muy agradecido de haber podido desempeñar un pequeño papel en este tipo de cosas mientras estaba en la EES y, posteriormente, en The Robert Anderson Trust. El objetivo a largo plazo de todo esto es lograr una situación en la que la mayor parte del trabajo en Egiptología sea realizado y dirigido por especialistas egipcios.
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No hay duda de que existen otros aspectos de la egiptología, así como prácticas utilizadas por los egiptólogos en el pasado y el presente que pueden considerarse problemáticas. Esto no tiene el propósito de ser una lista exhaustiva, además no pretendo tener todas las respuestas. Este es un debate complejo, pero es uno que debemos tener, y espero que al menos existan algunas ideas aquí que puedan hacerlos pensar. Déjenme saber en los comentarios de abajo.
*Muchas gracias al Dr. Will Carruthers (@w_carruthers) por ser una inspiración para este artículo, y a la Dra. Kate Sheppard (@k8shep) por leer un borrador y proporcionar comentarios y críticas muy útiles.
ACTUALIZACION:
Me gustaría agregar que muchos comentarios sobre lo anterior han sido publicados en Twitter –por favor ver aquí para seguir la conversación.
NOTAS:
1. Recientemente, la Sociedad ha tomado pasos loables para comenzar a confrontar su pasado problemático – mirar aquí.
2. Recientemente, esto ha sido materia de un importante estudio, “Artefactos de Excavación” conducido por la Dra. Alice Stevenson.
3. Ver Moser, S, Wondrous Curiosities. Ancient Egypt at the British Museum (Londres y Chicago, University of Chicago Press, 2006)
3. Ver Colla, E, Conflicted Antiquities: Egyptology, Egyptomania, Egyptian Modernity (Durham y Londres, Duke University Press, 2008), especialmente su capítulo sobre “Artefacción”.